Valle de Boí, un románico que enajena e impacta. El conjunto románico del Valle de Boí (Vall de Boí), en la Ribargoza Alta de Lleida, está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco correspondiendo a la ermita de Sant Quirc de Durro y a las ocho iglesias de St. Climent de Taüll, Sta. Maria de Taüll, St. Joan de Boí, Sta. Eulália de Erill la Vall, St. Feliu de Barruera, La Nativitat de Durro, Sta. Maria de Cardet, y la Assumpció de Cóll. Arquitectónicame tienen influencia lombarda, especialmente en sus altos campanarios, siendo el más espectacular el de seis pisos de la iglesia de Santa Eulália.
En el Museo de Vic y en el Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona se encuentra la mayoría de los frescos pintados con un estilo románico muy singular en las paredes y bóvedas de estas iglesias, siendo quizás los más conocidos los de las dos iglesias de Taüll con sus inmensos Pantocrátor y Tetramorfos. Buena parte del románico del Valle de Boi, pinturas murales incluidas, lo debemos al obispo de Roda y a los señores de Erill, en el primer tercio del siglo XII. Este mismo taller pictórico de Taüll, debido a enlazamientos señoriales con territorios castellanos dominados por Alfonso I “el Batallador”, dejó testimonios de su presencia en Soria (ermitas de San Baudelio de Berlanga y San Miguel de Gormaz) y en Segovia (ermita de la Veracruz en Maderuelo).
En la cabecera del Valle se localiza Caldes de Boí que es famosa por sus fuentes termales, aparte de ser un buen punto para adentrarse en el Parque Nacional d´Aigüestortes (destino turístico propio en este portal). El balneario recoge las aguas mineromedicinales que fluyen de treinta y siete fuentes entre los 4 y los 56 grados.
Además tienes que saber que el Valle cuenta igualmente con la estación de esquí de Boí-Taüll Resort, que dispone de la cota más alta de todas las situadas en los Pirineos (2.751 metros). La estación, ofrece un completo dominio esquiable, sin colas ni masificaciones, lo que te permitirá disfrutar de tu deporte favorito al máximo nivel, convirtiéndose en una experiencia única. Además, encontrarás uno de los snowparks más completos del Pirineo, donde encontrarás un millón de experiencias nuevas.
Asimismo la orografía del Valle de Boí propicia la práctica de diversos deportes. Así, en invierno tienes el esquí alpino y de montaña, la escalada en hielo, las raquetas de nieve, los trineos de perros o las motos de nieve. Durante el resto del año: la escalada en roca, ascensiones, travesías, excursiones, senderismo, hípica, parapente. Y según la época tienes caza, pesca y descenso de barrancos.
Por último, y ya que estamos en la Ribagorza Alta, he de sugerirte una visita a su capital comarcal, El Pont de Suert, con un barrio histórico en el que sobresalen las Plazas Mayor y Mercadal, el Palacio Abacial y la Iglesia Vieja. En esta última se encuentra la Colección de Arte Sacro de la comarca. Acércate igualmente a ver el Centro de Fauna y, para el deporte acuático, goza del embalse de Escales y el Noguera Ribagorzana.
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